¿Sabías que existen 3 tipos de DOLORES?

Desentrañando los 3 tipos de dolor reconocidos por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor

El dolor es una experiencia compleja y multifacética, y la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor identifica tres tipos principales de dolor que merecen nuestra atención:

1. Dolor nociceptivo: Este tipo de dolor se produce cuando hay una lesión o daño en un tejido corporal específico. Puede ser el resultado de traumatismos, fracturas, cálculos renales y otros problemas que afectan la piel, los músculos y los órganos. Es un dolor que generalmente se comprende bien, pues su origen está claro. El tratamiento generalmente implica “eliminar o tratar” lo que sea que lo esté causando y usar analgésicos adecuados.

2. Dolor neuropático: aquí, el dolor es causado por un daño o una enfermedad que afecta los tejidos nerviosos. Los ejemplos incluyen la neuralgia posherpética y la neuralgia del trigémino. Estas condiciones pueden ser extremadamente debilitantes ya que afectan directamente los nervios y su capacidad para transmitir señales de dolor. El tratamiento del dolor neuropático generalmente implica medicamentos específicos para la neuropatía, como antidepresivos, anticonvulsivos y analgésicos.

3. Dolor nociplásico: Este es un término relativamente nuevo que comenzó a ser utilizado en 2017 por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor.

El dolor nociplásico es intrigante porque no se asocia con lesión o enfermedad manifiesta en tejidos específicos. Ocurre en tejidos que parecen normales y no muestran signos de neuropatía. Lamentablemente, muchas personas, incluidos los profesionales sanitarios, no están familiarizadas con este tipo de dolor. El dolor nociplásico tiende a ser crónico y persiste durante meses o incluso años. Los ejemplos incluyen fibromialgia, ciertos tipos de dolores de cabeza, dolor de espalda y algunos trastornos temporomandibulares (TMD) y dolor orofacial. El tratamiento del dolor nociplásico es complejo y puede implicar un enfoque multidisciplinario, que incluye fisioterapia, terapia cognitivo-conductual y analgésicos específicos.

Es importante enfatizar que los TMD a menudo están infradiagnosticados y pueden tratarse con procedimientos que no están respaldados por evidencia científica. Con el tiempo, estas afecciones pueden evolucionar hacia una forma crónica que es difícil de tratar.

Es fundamental evitar la automedicación, ya que el uso inadecuado de medicamentos o analgésicos puede no sólo empeorar el dolor, sino también cronificarlo.

Comprender estos tres tipos de dolor es fundamental para orientar el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida de quienes padecen dolor crónico. Si usted o alguien que conoce experimenta alguna de estas formas de dolor, es fundamental buscar asesoramiento médico experto para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento eficaz. El dolor no debe ignorarse y el conocimiento es la clave para afrontarlo de forma eficaz.